Rómpete, canción

 

Rómpete, canción, rómpete,

obedece por una vez a mi impotencia.

Explota sin preocuparte por nada

en cualquier grieta que por descuido haya dejado el autor,

revienta bruscamente

antes de que llegue la demasiado llana y suave felicidad del estribillo.

Rómpete rápido,

sin obligar a nadie a soportar el asco del decir, expresar, sugerir.

No hagas sentir bueno a nadie,

no seas pecado venial,

simpatía melódica.

No sonrías, canción, nunca sonrías.

No nos tomes el pelo,

rómpete de verdad, como yo me rompo.

 

  © Juan Luis Zabala


www.susa-literatura.eus