Hay que dejar de hablar

 

Hay que dejar de hablar

y escribir poemas rotos.

 

Hay que liberar las hojas de los libros

y pegarlas mezcladas entre sí,

hay que bajar las ventanas a la calle,

y depositarlas en el borde de la carretera.

Hay que cojear,

con maletas llenas de basura en las manos.

Hay que vestir bien,

para rasgar todas las ropas con elegancia.

Hay que caer, siempre,

temblando y sin control,

automáticamente,

como un retorcido tren que se dijera que nunca ha de detenerse.

 

Hay que liberar pequeñas epilepsias,

para dar palabra a la ruptura,

dejando de hablar,

hay que romper espejos nuevos

para que la ruptura pueda verse a sí misma.

 

No se puede hablar

y hay que escribir poemas

para dar de comer esta ruptura,

para que esta ruptura no nos coma.

 

  © Juan Luis Zabala


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