Lo que nunca podréis ver

Quiero mostraros,

con desgarro interior presuntamente sincero,

lo que nunca podréis ver:

esta insolente ruptura que en parte alguna toma acomodo;

que no sé con seguridad ni si existe,

que yo ni ver ni atrapar puedo;

que, en caso de existir, lo hace sin justificación ni permiso moral,

que con la palabra «ruptura» a la buena ventura nombramos.

Ruptura irrompible por su compacta plenitud,

mero engaño, quizás, para la composición de unos poemillas.

Me veis entero, me tocáis entero,

pero yo yazgo más roto que en el futuro de los gusanos,

dentro de este ataúd con gafas.

  © Juan Luis Zabala