Reunión

 

Se reunieron todos

los objetos rotos,

y constituyeron una asamblea irregular

para proclamar la independencia.

 

La cabina de un camión quemado

citó el arte y la herrumbre,

retretes y lavabos alabaron la hendidura,

se hicieron encendidas loas al lodo y a las cenizas,

las agujas de los relojes miraban a cualquier parte.

 

Todo consistía en quedarse allí,

interminable aprendizaje de alto nivel,

permanencia y unificación universal.

La ruptura era una nueva vida

—asamblea eterna,

solidaridad sin fisuras—,

que había de vivirse desde las entrañas,

y podía sentirse el futuro llamando

torpe y tambaleante por entre los trastos

transformado en televisor averiado.

 

  © Juan Luis Zabala


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