IV
ay si no hubiéramos visto
pasar los álamos sobre el mar
no tendríamos tanta prisa
por consumirnos en estériles carreras.
ay si no hubiéramos seguido
a los álamos que se alejaban sobre el mar
no tendríamos tanto frío
que albergar en la palma de la mano.
© Itxaro Borda
© itzulpenarena: Kape Fernández / Eli Tolaretxipi