Cuando tú y yo nos conocimos,
se le cayó el tapón al tintero de la vida.
Nos nació de piel a piel un cordón de deseo
y echamos a andar,
a veces uno junto a otro, al paso,
a veces girando en el universo, invertidos,
a veces frente a frente, inmóviles.
Así escribimos entre ambos,
con nuestras simples huellas,
un largo libro,
un libro original
con sus errores y con sus aciertos.
© Miren Agur Meabe