EL MONSTRUO

 

Dicen que ese monstruo sabe nuestra dirección.

Sin embargo, aún no ha venido para quedarse.

Oigo a menudo cómo grita, no lejos de casa.

Mientras se entretiene con otras historias,

yo vigilo tras las cortinas

y me protejo la garganta

con tres o cuatro gotas de Optimism.

A ratos, cojo papel y lápiz;

a ratos, trenzo cestas de niebla.

Al monstruo le gusta demorarse... se acerca, no se acerca.

Ese indeseable se llama futuro.

Vacío para los amigos.

 

 

 

  © Miren Agur Meabe


www.susa-literatura.eus