NOTAS DE HASTÍO ­ 3

 

Los madroños de tu enfado son muy amargos.

Su jugo árido y escaso me baila dentro

mientras mi corazón animal trepa en la pendiente.

 

En ese paisaje abrasado

ya encontré demasiados desdenes y castigos.

Ven, ven conmigo

y busca mensajes entre los guijarros.

Mis señales, ahí, entre las piedras:

el ojo que me arrancas,

la lengua que me sajas,

la mano que calcinas.

 

A ver si antes de que llegue el día

alcanzamos la trinchera del perdón

que limita este yermo.

 

 

 

  © Miren Agur Meabe


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