NOTAS DE LAS ANSIAS ­ 4

 

Tu aliento es pardo a primera hora,

cuando el seno del cielo empieza a arrugarse.

Tu piel es negra

como la memoria del volcán más triste.

Te veo gris,

graffiti familiar entre las sábanas.

 

Abrázame y,

amado tan oscuro,

dime con tu oscura y ronca voz:

buenos días, te quiero.

 

 

 

  © Miren Agur Meabe


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